El nuevo plan de gestión de la especie calienta el debate en el Parlamento y en la calle * El presidente de la Junta expulsa a un grupo de ganaderos por abuchear a la consejera * El Gobierno descarta autorizar la caza y las zonas libres de animales que piden PP y Foro.
Ni en la política ni en la sociedad hay un debate sosegado sobre la presencia del lobo en Asturias. Aurelio Martín, exconsejero de Medio Rural y ahora diputado de IU en el Parlamento regional, expresó su frustración este jueves desde la tribuna de la Junta General. “Ha parecido una discusión de chigre”, dijo para resumir lo sucedido en el hemiciclo. Foro y PP, partidarios de autorizar la caza de la especie, apretaron a la consejera de Agroganadería, contraria a la declaración de zonas libres de lobos. Y no fueron los únicos. Desde los asientos reservados a los invitados, un grupo de ganaderos, descontentos por los ataques a sus reses y la tardanza del Principado en abonar los daños, abucheaban y pataleaban cuando María Jesús Álvarez tomaba la palabra. Acabaron expulsados por orden del presidente de la Cámara, Pedro Sanjurjo.
Toda esa agitación muestra un enfrentamiento que también se puede ver fuera de los pasillos del Parlamento. Entre las posturas de las organizaciones que agrupan a los agricultores y ganaderos y los ecologistas que trabajan en la conservación de la especie apenas hay puntos de encuentro. Salvo, acaso, el de criticar al Principado desde posiciones encontradas. Álvarez se ha acostumbrado a estar en medio de ese fuego cruzado y, en el debate, adujo su existencia como prueba de que, en contra de las acusaciones de la derecha, su departamento toma decisiones y actúa.
La postura del Gobierno regional, tal como quedó fijada por la consejera, es contraria al establecimiento de zonas libres de lobos. Es la solución que adopta la comunidad de Castilla y León, pero a Álvarez le parece que conduce a un callejón sin salida contraproducente incluso para los ganaderos. La falta de animales, a su juicio, implica también la falta de planes de gestión y desprotege a cualquier particular que sufra daños, salvo que contrate un seguro privado, porque la Administración deja de abonarlos.
Toda esa agitación muestra un enfrentamiento que también se puede ver fuera de los pasillos del Parlamento. Entre las posturas de las organizaciones que agrupan a los agricultores y ganaderos y los ecologistas que trabajan en la conservación de la especie apenas hay puntos de encuentro. Salvo, acaso, el de criticar al Principado desde posiciones encontradas. Álvarez se ha acostumbrado a estar en medio de ese fuego cruzado y, en el debate, adujo su existencia como prueba de que, en contra de las acusaciones de la derecha, su departamento toma decisiones y actúa.
La postura del Gobierno regional, tal como quedó fijada por la consejera, es contraria al establecimiento de zonas libres de lobos. Es la solución que adopta la comunidad de Castilla y León, pero a Álvarez le parece que conduce a un callejón sin salida contraproducente incluso para los ganaderos. La falta de animales, a su juicio, implica también la falta de planes de gestión y desprotege a cualquier particular que sufra daños, salvo que contrate un seguro privado, porque la Administración deja de abonarlos.
El censo que maneja Agroganadería señala la presencia en Asturias de 32 manadas en las que se mueven unos 300 ejemplares. La Administración ha dado permiso para abatir a algo más de 30 hasta mediados de marzo, una decisión que este mismo jueves ha motivado un comunicado de protesta suscrito por una decena de organizaciones ecologistas, que critican su falta de proporcionalidad y la falta de justificación científica y técnica para una medida que coincide con la época de celo y puede tener un impacto significativo.
Frente a esos argumentos, los ganaderos se sienten las víctimas de una situación que se agrava con los años y sobre la que no tienen control. “Los daños son cada día mayores. Diga usted cuánto deben a más de 500 ganaderos con nombres y apellidos, les deben más de ocho meses. El suyo es un gobierno apático. No hacen nada y además son cobardes a la hora de tomar decisiones porque para ustedes la prioridad es el lobo y no los ganaderos", ha asegurado el portavoz del PP en el debate, Luis Venta.
Más pintoresca fue la argumentación del diputado de Foro Asturias Juan Ramón Campo. “Si el lobo comiese caniches y coches de lujo en vez de terneros y ovejas, habría la mitad”, ha señalado en un momento del debate. La consejera replicó invitando a la oposición a participar en la redacción del nuevo plan para la gestión de la especie y evitando la búsqueda de ventajas políticas. “Es un plan basado en los datos disponibles, en datos científicos y en la alarma que genera este asunto proponiendo medidas nuevas que son valientes y no un timo ni paripé”, ha indicado Álvarez. Precisamente la falta de referencias a ese documento fue lo que causó la desesperación de Martín, que quería información y no un cruce de descalificaciones.
No parece que vaya a conseguir su deseo en breve. El debate no fue concluyente, las posiciones siguen alejadas y son previsibles nuevos encontronazos.
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